ALFALFA

Aspectos clave para una producción eficiente de alfalfa

La fertilización garantiza una implantación exitosa y puede aumentar los rendimientos de alfalfa hasta duplicar o incluso triplicar los valores promedio de producción. No obstante, es crucial tener en cuenta diversas variables importantes. Compartimos algunas estrategias de manejo que suelen pasarse por alto, pero que son fundamentales para asegurar la calidad de la pastura.

 

La producción de alfalfa en Argentina es significativa y juega un papel importante, alcanzando unos 3,8 millones de hectáreas. Buena parte del área agrícola ofrece variadas y excelentes condiciones ambientales para producir alfalfa de alta calidad. Además, existe un potencial para incrementar rápidamente el área sembrada, incorporando zonas como sur de La Pampa, Río Negro y Neuquén, que se consideraban marginales o complicadas y hoy son zonas productivas, si se implementa un manejo eficiente considerando 3 factores clave: calidad del suelo, correcta elección de las variedades y un plan de fertilización completo y balanceado.
 

Calidad del suelo

La degradación de los suelos crece a un ritmo alarmante en todo el mundo, poniendo en peligro su fertilidad y productividad, provocando un límite en los rendimientos.

Una importante superficie, especialmente en la zona núcleo, suele presentar deficiencias considerables de nutrientes, especialmente durante los meses frescos y fríos. La conclusión de especialistas del INTA indica que lo más relevante y alarmante es que la materia orgánica, reservorio natural de nutrientes, ha caído entre 30 a 50% dependiendo de las zonas. Este indicador clave de la salud del suelo expresa las deficiencias de nitrógeno y azufre, aunque también han caído mucho los niveles de fósforo, ya que se fertiliza menos de lo que se extrae con las cosechas.

Por otro lado, es crucial considerar el pH del suelo, ya que este indicador influye en la disponibilidad de nutrientes. Cuando el pH se aleja del valor neutro, los nutrientes disponibles para las plantas disminuyen. En el ámbito templado la necesidad de corrección de la acidez pasa más por aspectos nutricionales que con el pH en sí mismo. Por ello, para lograr un incremento en la producción y la mejora de las condiciones del suelo es fundamental alcanzar el equilibrio ácido-base, realizando leves correcciones de pH, reponiendo Ca, Mg, S y K al complejo de intercambio lo cual mejora la estructura y química edáfica.
 

Elección de variedades

La elección de variedades de alfalfa es un tema importante debido a la diversidad de condiciones climáticas y de suelo en diferentes regiones del país. Para una correcta elección se debe considerar el grado apropiado de reposo invernal (GRI), la adaptabilidad al clima y suelo, el ciclo de producción, la caracterización de resistencias a plagas y enfermedades, el potencial de rendimiento y la calidad forrajera. Existe un amplio rango de oferta de variedades de alfalfa que hacen que la elección sea cada vez más interesante.

Una vez seleccionada la variedad, para que esta pueda expresar su potencial, se debe partir de un lote que reúna las condiciones mínimas de fertilidad, correctas condiciones físicas y limpio, sin competencias de malezas. La siembra deberá realizarse en época óptima, con una adecuada densidad y profundidad de siembra. 
 

Nutrición de la alfalfa

Los nutrientes disponibles y los procesos biológicos, junto a un plan de fertilización eficiente, son factores determinantes para alcanzar los objetivos de producción. En condiciones adecuadas, la alfalfa tiene un enorme potencial productivo, requiriendo grandes cantidades de nutrientes y agua, haciendo uso de su sistema radicular extenso y profundo. Para lograrlo, debemos asegurar una correcta implantación y un profuso desarrollo de la raíz, para lo cual es indispensable la presencia de fósforo (P), potasio (K), Ca y zinc (Zn).

La alfalfa es un cultivo que requiere un completo balance nutricional, que contemple en mayor medida, nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), y en menor medida calcio (Ca), azufre (S), magnesio (Mg), sodio (Na), manganeso (Mn), zinc (Zn), hierro (Fe) y boro (B). 
 

A pesar de que sus requerimientos nutricionales son relativamente altos, muchas veces nos encontramos con alfalfas poco fertilizadas, en comparación con otros cultivos.


El fósforo es uno de los nutrientes esenciales de mayor importancia, determinante para un establecimiento exitoso y buen desarrollo radicular. Es vital para el crecimiento y desarrollo del cultivo, formando parte de proteínas, compuestos energéticos como el ATP y ácidos nucleicos. Asimismo, juega un rol fundamental en la formación de semillas, crecimiento de las raíces y en el proceso de germinación-emergencia. El principal ingreso de P al sistema suelo-planta es la fertilización.

Ante el marcado déficit de gran parte de los suelos y debido a su escasa movilidad en el suelo, resulta necesario la práctica de la fertilización al momento de la siembra. Bajo condiciones adversas, como suelos fríos o sequía, que reducen la absorción de nutrientes, el fósforo ayuda a continuar con el desarrollo radicular y la supervivencia de la planta.

Los arrancadores líquidos fosfatados, como MAPLIQUID, han demostrado excelentes resultados agronómicos al ser incorporados al momento de la siembra, inclusive con ventajas operativas. Son una excelente opción como fuente de máxima biodisponibilidad para los cultivos, ofreciendo fósforo el 100% biodisponible con rápida asimilación, gracias a que no requiere procesos de transformación, permitiendo una mayor cantidad de puntos de contacto, facilitando que las raíces lo incorporen logrando así un alto nivel de eficiencia
 

Refertilización

En el caso de la alfalfa destinada a corte, es fundamental planificar referilizaciones con un aporte balanceado de nutrientes para que los requerimientos del cultivo, ya que estos no son abastecidos por las reservas del suelo, a través de la MO ni el bosteo animal.

La práctica de fertilización foliar, como complemento de la fertilización de base, resulta beneficiosa para potenciar la producción de biomasa aérea y la calidad del forraje, demostrando ser una herramienta que puede tener un impacto significativo en la productividad de las pasturas.

La fertilización foliar se está convirtiendo de manera sostenida en una práctica atractiva para los productores, porque, integrada a otras prácticas agronómicas, se orienta a la corrección de deficiencias nutricionales, favoreciendo el desarrollo de los cultivos y mejorando el rendimiento y la calidad del producto. 
La fertilización foliar mediante nanotecnología ha demostrado ser una herramienta eficaz para satisfacer los niveles requeridos por la alfalfa. Esta técnica proporciona los nutrientes necesarios en el momento oportuno, potenciando el rendimiento y optimizando tanto costos como logística. Además, puede aplicarse de manera conjunta con otros productos destinados a la protección del cultivo, como insecticidas, fungicidas, herbicidas, e incluso con otros nutrientes, como el nitrógeno.

Momentos de aplicación en alfalfa
En el caso de alfalfa consociada, la refertilización conviene hacerla durante los meses de marzo-abril, antes del descanso otoñal. La aplicación de nutrientes en este momento beneficia tanto a la alfalfa, como a las gramíneas.
Para alfalfa pura, la fertilización conviene hacerla a la salida del invierno o principios de primavera. Si la pastura está limpia, fertilizar antes de rebrote, en cambio si tiene malezas es mejor hacerlo después del primer corte o pastoreo. 
La aplicación de nanopartículas de Zn resulta beneficiosa para mejorar la nutrición y biodisponibilidad de este nutriente. El balance hormonal equilibrado a través de bioestimulantes contribuye a mitigar los estreses abióticos, generando un impacto positivo en el rendimiento de los cultivos al integrar ambas tecnologías de manera favorable.

Resultados obtenidos a campo en varios ensayos en diferentes ambientes, confirman el impacto positivo de la bioestimulación y nanotecnología de fertilización foliar con Zinc, como reflejan los experimentos realizados en las campañas agrícolas 2021/2022 y 2022/2023. 

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