Trigo

Importancia del N en la calidad del trigo

Aplicaciones tardías de nitrógeno en el trigo demostraron en varios ensayos que elevan la calidad final de las semillas, especialmente en las producciones orientadas a harinas y pan. Desde Fertilizar Asociación Civil alertan sobre un retraso en la aplicación de fertilizantes nitrogenados para la refertilización, lo que impactaría negativamente en el rendimiento y la calidad, al ser nutriente fundamental para su óptimo desarrollo.

Hace algunos días, Fertilizar AC advirtió: «Vemos con preocupación la demora de la aplicación de nitrógeno en trigo en estadio de macollaje y esto puede frustrar bastante las expectativas de rendimientos y calidad esperados», según su presidente. Esta declaración surge del marco en el cual la entidad está registrando un retraso en las refertilizaciones con nitrógeno en este cultivo, lo que generaría una caída en los rindes y en la calidad del trigo pan. Todavía algunos recuerdan el fantasma de la experiencia del 2015, donde la falta de una adecuada refertilización de nitrógeno llevó a gran parte del trigo producido a no lograr cumplir con los estándares mínimos de calidad demandada por el mercado, con apenas un contenido promedio de proteínas del 9,5%.

“La calidad del grano de trigo pan está influenciada por diversos factores agronómicos, entre los que destaca la disponibilidad de nitrógeno”, expresan desde aseguraron, de la Cátedra de Cereales de la FAUBA y del CONICET, los Dres. Gabriela Abeledo y Daniel Miralles.

El nitrógeno influye positivamente en el rendimiento, el contenido de proteínas y otros parámetros de calidad comercial e industrial. Su acción sobre el rendimiento está acompañada de una modificación en la composición bioquímica del grano, alterando la proporción de almidón y proteínas, que son los principales componentes del grano. Durante la fase de formación del grano, la cantidad de nitrógeno aumenta rápidamente. Las variedades con alta calidad panadera muestran una rápida acumulación de nitrógeno en las primeras fases de desarrollo del grano, momento en que se forman las proteínas responsables de generar gluten.

El contenido de proteína del grano en la cosecha, alcanzado con un nivel óptimo de nitrógeno (N) para el rendimiento en las variedades comunes, es de aproximadamente 11% (1,9% N). En las variedades destinadas a panificación directa, es necesario optimizar el contenido de proteína a alrededor del 12%, y con frecuencia se requiere nitrógeno adicional para lograr especificaciones superiores al 13%, lo cual es muy valorado en el mercado. Niveles bajos de proteína, por debajo del 10%, indican una utilización subóptima del nitrógeno. 

Aunque las recomendaciones pueden variar según factores como el tipo de suelo, las condiciones climáticas y las prácticas de manejo agronómico, en promedio, se puede aplicar entre el 60% y el 70% de la dosis de nitrógeno durante el macollaje para alcanzar los rendimientos esperados con mayores eficiencias.

El momento de aplicación del fertilizante nitrogenado es crucial para definir la calidad del cultivo. El nitrógeno aplicado en la siembra generalmente no es suficiente para incrementar simultáneamente el rendimiento y el contenido de proteínas. Para evitar el “efecto dilución”, que resulta en bajos porcentajes de proteínas en el grano, se recomienda complementar el aporte de nitrógeno en la siembra con una fertilización adicional durante el macollaje, lo que permite aumentar tanto el rendimiento como las proteínas. También es posible realizar una aplicación más tardía, cerca de la floración. Aunque el efecto sobre el rendimiento es menor, esta última aplicación contribuye al enriquecimiento proteico del grano.

Al aplicar nitrógeno en esta etapa tardía, las sustancias nitrogenadas se acumulan al final de la maduración y contribuyen a la formación de proteínas solubles, como las albúminas y globulinas, que tienen una acción secundaria sobre la calidad.

Las aplicaciones de nitrógeno deben realizarse de manera sincronizada y adaptada para coincidir con las demandas del cultivo. En general, el trigo absorbe el 30% de su demanda total de nitrógeno al comienzo de la elongación del tallo y el 90% del total hacia la floración. Sin embargo, si la absorción temprana es limitada, la absorción que ocurre después de la floración puede compensar esa deficiencia. Un buen manejo debe garantizar un suministro suficiente de nitrógeno para lograr un adecuado macollaje a principios de la primavera, lo que permitirá una rápida absorción por parte del cultivo desde el inicio de la extensión del tallo principal. 

En los momentos de definición de granos y de rendimiento, las aplicaciones foliares demostraron ser más eficientes para aplicar nutrientes, permitiendo que estos estén altamente disponibles para cuando la planta los requiere. La aplicación foliar ofrece varios beneficios como: corregir deficiencias transitorias en momentos de alta demanda, potenciar el rendimiento; asegurando superar las limitantes del suelo que restringen la movilidad o solubilidad de elementos. También permite la aplicación junto con herbicida/fungicidas, optimizando tiempos y costos operativos.

El N20 de Agriliquid, es una solución líquida que ofrece un 20% de nitrógeno y permite combinaciones de otros oligoelementos como el zinc, un nutriente con un rol estratégico como activador enzimático, catalizando innumerables reacciones en procesos metabólicos como la respiración, la síntesis de clorofila y proteínas, regulación del desarrollo y elongación del tallo.

Conclusión
Conocer la disponibilidad inicial de nitrógeno mediante un análisis de suelos hasta los 60 cm de profundidad es fundamental para decidir la dosis de fertilización. Con este dato, es posible utilizar distintos modelos que ayudan a decidir la dosis de fertilización y definir un objetivo de rendimiento. Cuando las dosis de N a aplicar con fertilizantes son elevadas, es recomendable desdoblar la aplicación del mismo entre siembra y macollaje, ya que aumenta la eficiencia de uso y disminuye la posibilidad de que se lixivie el nutriente. Las correcciones foliares, que apuntan principalmente a corregir calidad y pueden realizarse desde hoja bandera en adelante, se destaca que tienen buenos resultados, pero no reemplazan, sino que complementan una buena fertilización de base. 


 

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